domingo, 13 de julio de 2008

Vino, Baladas y Recuerdos de su EX...

“Ya no estoy tan confusa como ayer,

Sólo la ilusión trae desilusión,

Y es tan fácil de caer”

(DÍA ESPECIAL- SHAKIRA FEAT. GUSTAVO CERATI)


Tengo un ligero dolor de cabeza, y debo estudiar para un examen final de la u. Pero antes preciso contarles lo que me está sucediendo.

Bueno, sucede que Luis no se comunicó después de nuestra primera cita. Y yo me sentí francamente decepcionado, pero tampoco estaba dispuesto a llamarlo. Ya me había hecho a la idea de seguir por otros lares, cuando de pronto me llama, disculpándose por no haberlo hecho antes, según él por asuntos laborales, que las vacaciones de medio año, etc. En síntesis, me invitó al cine, dije OK.

Así que nos fuimos al Mall de Mansiche a ver una pela, lamentablemente estaba cerrado el cine (por el bendito paro de la CGTP). PTM, pensé. De todos modos lo que me interesaba era estar con él, y ambos sabíamos que lo del cine era un pretexto para vernos. Me sugirió que comprásemos un vino y nos fuésemos a mi depa. Con tal que no te vean tus padres, le respondí y ya. Media hora después estábamos comprando un Borgoña en el Stragos (por el Edificio Servat).

Llegamos a mi aposento, puse música (baladas) y ustedes saben una cosa lleva a la otra. Empezó a hablarme del ex, y yo con cara de estúpido, (maldiciendo internamente a Gianmarco) sonriendo para no llorar de tedio, de fastidio. Encima estaba cantando y bastante mal. Luego llamó a unos amigos, me preguntó si podían venir. Le dije amablemente que no, porque mi depa no era cueva de locas.

Se rió y siguió recordando al ex. No es exagerado decir que habló sin parar más de cuarenta minutos de su ex. Y yo cual vampiro sediento, sólo tomaba vino lo más rápido posible para que se termine todo y se largue. Para colmo de males, me dijo que tenía hambre. Y yo que me alimento únicamente de cereales, yogurtes y galletas de salvado, tuve que preparar pop-corn.

Lo miraba mientras estaba en mi sofá de cuero blanco y me di cuenta que ya no me gustaba tanto. Que el hombre tan interesante y amable que conocí no era más que un muñeco de guiñapos. Un hombre atado a su pasado, a su ex. Atado y fijado a todo menos a mí. Se terminó el vino y decidí bostezar deliberadamente hasta que me presto el baño (ojala al jalar la cadena del excusado se hubiese ido por el), SEÑAL INEQUIVOCA DE LA RETIRADA.

Me dio un abrazo, que me dejo confundido y lo vi marcharse. Con su casaca de color negro, con aquella aplicación felina en el brazo izquierdo, con olor a vino, con la mente eternamente atrapada en él, en el EX.

Recientemente estuvimos chateando, lo noté algo cariñoso. Pero no, no estoy dispuesto a ser su premio consuelo o aún peor, su tabla de salvación…