domingo, 31 de julio de 2011

Florecer con Majo

J!: Me acompañas a Misa? Te lo pido en buen plan...
Tengo muchas ganas d verte, ya? /
D!: Puxa, no me hagas esto :( /
J!: Para mí es
muy significativo compartir la misa con alguien/
D!: Lo sé, y te lo agradezco pero... /
J!: Por favor, qué dices?
/D!: Te lo agradezco pero NO. Paso esta vez./
J!: Ok. Le haré caso a Gournay. Xau./
D!: WTF?/

Otra gran pausa en mi vida afectiva. Los días que caen del calendario y, yo perdiéndome entre las responsabilidades de ser profesional y trabajar. Y trabajar. Y que mi mamá se sienta orgullosa de mí. Y que no le pese todo el dinero invertido si puedo llevarla a almorzar al Romano Rincón Criollo todos los Sábados.
Pero no todo ha sido trabajo. Estos meses he podido conversar más con Majo!. Me he dado cuenta que más son las cosas que nos unen que las que nos distancian. Todo ha fluido de manera única, aunque nos ha costado mucho. Probablemente, más a él que a mí. Hemos tenido que enfrentarnos a los fantasmas de la (no) aceptación, una salida fallida (abortada por él), a la confidencialidad, y a nuestros horarios dispares. En honor a la verdad, debo decir que me emociona tener en mi vida a alguien tan sensato como Majo!. Y tengo miedo (sí, como un teenager, alucina) de que pase algo y se arruine esta relación de compañerismo y complicidad que hemos establecido desde el inicio. Siento que mi corazón (o lo que queda de él) anda débil y ya no podría resistir los encontrones de antaño, y a otra cosa mariposa traicionera.

Evidentemente Majo! no es perfecto (so what?). Hay muchas cosas que omite contar, y que me confunden pero nada que me haga trastabillar hasta hoy. Lo que sí me pone freak es cuando (compulsivamente) veo sus actualizaciones sociales y me topo con sus contactos, enseñando partes del cuerpo que desconocía en ángulos y maneras tan particulares. O sea más calatos y abiertos que rana en mesa de laboratorio, IMPOSIBLE.

Me fascina, más bien, sentir que le conozco un poco más que ayer. Me conmueve cuando hablamos de madrugada y le digo que me voy a dormir (a seguir soñándolo, en realidad) mientras él continuará despierto, estudiando y me pide que le reserve el lado izquierdo de la cama porque así puede abrazarme mejor. Alucino cuando veo sus llamadas perdidas en las madrugadas que hace guardia en el hospital y presiente que entre sueños, yo lo pienso y lo extraño. Me río cuando escuchamos la misma canción en el Msn.

Todas estas cosas hacen renacer la fe. Ya llega el momento de la verdad. La ansiada cita, en estricto privado. Volverá el amor a florecer?

domingo, 19 de junio de 2011

Reapareciendo!!!

"Me siento solo y nadie viene por mí.


Serías tú la que me resucite?


Siento tu mirada que me apunta, me apunta.


Cierra la ventana que me alumbra, me alumbra.


Ahoguémonos en el colchón.


Arrebatémonos de amor(...)


Ya lo entendí, no lo repitas más".


(TU MIRADA- MIRANDA!)


No entiendo porque la casualidad y el destino, que en nuestro caso son lo mismo, se visten de ámbar y nos ponen frente a frente cada vez que quiero olvidarme de quien soy y bailar frenéticamente a ver si a través del sudor, me exudo de karmas, culpas y demás demonios.

Monje querido, si alguna vez lees esto: Fuck you, very very much cuando te veo bailando a menos de un metro de mí. Sobretodo porque no eres cool, porque el grupo de impresentables con el que reúnes es una cuadrilla espantosa que ni siquieran me llegan al testículo izquierdo o podrían bailar 5 minutos en mis zapatitos MNG.

No offenses pero si por lo menos me hubieses reemplazado por gente interesante, lo entendería- quizá y hasta te aplaudiría- y estaría en paz con nuestro traumático adiós. Veo que te perdiste lo mejor de mí y todas aquellas conversaciones maravillosas que solíamos tener y la mucha esperanza que nos quedaba en un futuro juntos, un futuro que no llegó, que tú y yo asesinamos en un hotel bobalicón. Recuerdas mis lágrimas, aún te puedes ver huyendo por las escaleras?Acaso te importó qué pasó después? Y el espectro de mi dolor no se te apareció alguna noche y estuvo a tu lado, cortándote la respiración y jugando con tu ondulado cabello?

Cómo se escribe el final decente de una historia así? Cómo se avanza sin mirar atrás? Te has preguntado qué sería hoy, de ti y de mí, si el amor hubiera estado en la absurda caja de regalos que te di y no llevaste jamás.

BTW, ahora que me lo pienso también se me pasó la mano aquella vez. Yo también habría corrido despavorido en cualquier dirección. Puedo justificar un poco tu cobardía. Digamos pues, luego del recuento de los hechos y el balance de los años que es un empate técnico. No te debo, no me debes. Ambos ganamos, ambos perdimos. La vida tiene sus modos de hacernos entender que, generalmente, se aprende a caminar antes de correr...

La verdad es que me gustaría volver a hablar contigo que sepas que me va muy bien y que cuando me acuerdo de aquel día ya no siento ganas de llorar. Me encantaría contarte que NO PAIN, NO GAIN. Gracias a ti, resdescubrí lo más constante en esos tiempos aciagos: Marki, mi ángel- imperfecto y sin alas, el chico hecho a mi medida que nunca será para mí, porque los dos tenemos claro que la amistad es la acera más segura de nuestros destinos.

Si ya creciste un par de centímetros arriba y abajo. O sea en tu cerebro, y en tus pies, podríamos tomarnos otro capuccino en Caramel. Mejor un trago de Menta en el PG. Anímate, Monje y así te quitas lo que quede del embrujo. Fácil encuentras gente que huela como yo, y te presten alas para volar, a toda prisa lejos del ayer...

sábado, 16 de abril de 2011

Y dejar atrás lo que no deja seguir....

"Que se cierren bien las puertas,

esta vez me quedo dentro,

pueden apagar las luces, fuera.

Que se cierren los paraguas

mientras yo me mojo el pelo,

no me importa lo que digan de mí."

(MIENTRAS MUEVES EL ARROZ- ELLA BAILA SOLA)


UNO


Han pasado 10 días sin noticias de I!. Supongo que es mejor así. Después de ver sus múltiples anuncios en internet y la gente semidesnuda de sus actualizaciones sociales del MSN, no sé qué pensar o sentir. Hoy lo vi fugazmente en línea y no me atreví a saludarle. Es una lástima que los chicos que parecen valer la pena sólo sean como un reflejo de agua en la pista del 1 de Enero. O sea nada. Nada del otro Jueves.


DOS


He estado sumergido en una depresión atroz. Me ha durado 7 días. Sino fuera por Rigoboy, Elizabeth Gilbert, mi mom y el nuevo profe de Hatha Yoga quizá aún seguiría arrastrando mi existencia por las calles doradas del Centro Histórico de Trujillo y el fucking paseo peatonal. La causa, según Rigo, es que ya no tengo ilusiones ni grandes sueños por los que luchar. Me he convertido en un autómata que mide su éxito en ceros a la derecha. Y me siento como un cero a la izquierda cuando se trata de amor o afectos.


TRES


Hace 6 días tomé un café con mi ex y mi buena amiga M!. Sí, ya sé que eso va contra mis principios generales de salud mental. Pero se trataba de Inkawasy. El único chico del que creí estar enamorado (Sorry a mis otros tres tristes ex). La sorpresa de la noche fue que postula al congreso. Lo mejor de la noche es que verlo ahora no me provoca nada - ni asco, ni dolor- ni amor, ni nostalgia- aunque por prevención le desee buenas noches y me suba solo a un taxi. En noticias locales, por fin conozco Salaverry. Me parece un pueblito muy chulo. Me siento "muy a gustito" como dice mi tía. Veo el sol morir desde un hotel llamado El Faro mientras una pareja de gatos copulan frenéticamente. Y creo que por fin he encontrado un lugar donde meditar.


CUATRO


Durante estos últimos 15 días, no hay emociones ni sobresaltos. Quizá así sea mejor. Ni siquiera protesto por las situaciones domésticas que arruinan mis domingos. Calladito me veo más bonito. Me dejo llevar. Preferible guardar energía para otros tiempos más violentos. Un buen sábado he salido con Jey a comer pizza y a ver una película horrible sobre cacería de brujas. Todo bien hasta que me entero que ha salido con mi ex. La única razón por la que lo perdono es porque lo quiero mucho. Nunca nos hicimos daño. Y va ser mi amigo por algunos años más, hasta que yo pueda salir con alguno de sus ex.


CINCO


Voy a seguir el consejo de José y dejaré de pensarme, analizarme, juzgarme. I! ha reaparecido (so busy & tired- tiene frío y cada día muere un poco). Dice que se quedó sin cell. Que anda ocupado con la U. Y que está nuevamente enamorado de Laura Pausini. Y que escuche "En Ausencia de Ti". Casi le creo. Pero yo sé bien lo que es querer alejarte de alguien y no poder desprenderte sin dolor de la membrana de los afectos iniciales. Lo que me jode es que no sea directo. De todos modos, me pide una foto de mis ojos. Porfiado como soy se la mando en archivo adjunto. Me comenta algo insulso y ya. Le envíe un e-mail hace 5 días. Sigo esperando respuesta. Hace 15 segundos ha iniciado sesión web. Ya se desconectó. Al cabo que ni iba a saludarlo. Al cabo que ni siquiera importa más.


SEIS


Esta semana me invade una felicidad súbita. No me lo puedo explicar. Sólo me doy cuenta que sonrío mucho. Nada parece alterar mi humor. Me divierto como cerdo hablando con Jenny. Duermo rico. Me procuro autoplaceres de maneras insospechadas. Me reencuentro con mi mejor amigo de la primaria. Recodamos nuestras cartas a manuscrito. El jugo de mango de los recreos. Olvido llamar a Chary por su cumple. Me despido sin pena de Mattie que regresa a Londres mañana y sé bien que no lo volveré a ver en esta vida. Me da un abrazo sincero y le agradezco por su amistad mientras en su Ipod suena Janis Joplin. Lástima que no haya vino, queso y galletas ritz.


SIETE


El sol ilumina esta bonita tarde de otoño. El viento de Chan-Chan me despeina. Hablo mucho con mi mom sobre nuestra celebración de fin de mes. Me pruebo la toga para mi graduación. Simplemente perfecta. Y ya no puedo recordar como me sentía hace un mes. Todo se diluye en una historia que empieza hoy, que YO decido VIVIR sin calma ni prisas...

lunes, 21 de marzo de 2011

De: mí para: mí (zombie)


"And part of me still believes we can find a way to work it out

But I know that we tried everything we could try

So let's just say goodbye forever"

(OUT FROM UNDER- BRITNEY SPEARS)


La ciudad sigue mojada. Ha llovido sin cesar durante dos semanas. O al menos así lo he sentido hasta hoy. El cielo perdiéndose en nubarrones. Y ningún rastro del sol o del arco iris. Nada que me haga creer que sigo vivo. Nada que justifique nuestra dual existencia, que tú y yo aún seguimos en pie. Y sin embargo ya no estamos aquí. Escuchando las noticias de la televisión. Uno frente el otro, en mi febril imaginación. Tú, desde mi recuerdo, mirándome con una indiferencia que parece nueva y yo apoyando mi cabeza en las rodillas como siempre, como un muñeco viejo. Es natural, mi bien amado, que la nostalgia y el peso de los otros han ocasionado tantos estragos en nuestra relación. Es inevitable para mí, querido mío, sentir esta opresión en el pecho y querer lanzarme a la pista para morir aplastado bajo los neumáticos de los autos grises de esta ciudad, que aún después de 22 años, no te pertenece…

domingo, 20 de febrero de 2011

Aquellas tardes de verano a las 4 en el parque...

Escapamos de todo y me invitabas a pensar.
Me ayudabas con tus juegos a pintar la realidad.
Siempre fuiste fiel, transparente fe.
Los mayores dicen que de ti me enamoré.
(SOLEDAD- LODVG)
Te vi ayer. Sentado y con tu típica cara de odio-al-mundo-hoy. Supuse que una vez más, estabas allí porque tu familia te lo había pedido. Probablemente eras el único de las 1224 personas que asistieron al Luau de Huanchaco 2011 que no la pasaba de diez.
Tú, al principio, no te diste cuenta de mí. Y yo una vez más huí de ti, querido Luis. Mejor dicho Luisín como en aquellos tiempos de nuestra niñez, cuando aún éramos tú y yo y el parque de La Noria. Pasé por tu costado pero no me atreví a decirte hola. Me habrías respondido? Me habrías volteado la cara? Si el destino fuese bueno conmigo, quizá me habrías abrazado, y me habrías preguntado dónde estuve todos estos años perdidos de la adolescencia. Nada de nada. Yo decidí ignorarte como un caballero que no se quita el sombrero ante su dama. Luego me viste. Seguro que te sorprendió verme pedir agua sin gas en lugar de cerveza en aquel mundo vibrante de gente beoda.
De cualquier modo tampoco dijiste hola. No te culpo. No te juzgo. Aunque tampoco podría justificarte y defenderte ante al jurado del paraíso. Igual y dudo mucho que tú y yo, juntos o separados, vayamos al paraíso. Quizá fue la revancha que te debo hace 13 años. Y en el fondo de mi egoísmo, creo que ha sido excelente que te la cobres. Ahora estamos a mano. Pero es preciso que volvamos al ayer para librarnos por completo de hechizo. Éramos tan jóvenes e inocentes. La pureza era aún virtud que conservaban nuestras almas. Yo tenía 9 años y tú 8. Nos reuníamos indefectiblemente todas las tardes de verano a las 4 en punto. Los demás chicos de la patota y yo, te veíamos salir sonriente desde tu casa. Tu mamá, dueña de la única botica en frente del parque, te observaba con preocupación desde la ventana del segundo piso. Quizá ella lo sospechaba. En algún punto todas las madres de los chicos como nosotros lo saben. Lo que más le inquietaba era saber que hacían dos niños de buena posición social entre aquel grupo de chicos con talento de barrio. Quizá por eso, ella prefería que juguemos Monopoly en tu cuarto. Pero nosotros preferíamos el aire de la libertad del parque, aprender a usar palabras soeces y ver quien tenía mejor puntería con los globos de agua en las piernas tostadas de las chicas del lugar.
Todo marchaba bien entre nosotros. Yo adoraba oler tu cabello lacio y escucharte decir montonal (sic) en vez de montón. Se me erizaba la piel ante el contacto casual de nuestras rodillas tibias y huesudas. Era la época del calor y los pantalones cortos. Fue el tiempo del primer amor y acaso la primera desilusión porque aún no conocíamos los claros oscuros de la pasión. Sabes? No, no lo supimos entonces y no veo porqué lo entenderíamos ahora. Creo que habríamos estado juntos por muchos años. Y habrías sido el primer hombre que habría entrado en mí. Sé que lo habríamos hecho con miedo, con inexperiencia, con deseo embebido en ternura. Pero la realidad, una vez más Luisín, terminó siendo otra. No tengo pudor en contarte que siempre me he acostado con gente mucho mayor a mí y que mi primer chico me dejó infinitamente desolado en medio de una cama grande y fría. Nada que ver con tu cama pequeña y suave en donde solíamos saltar emulando trampolines. Hasta que un infausto día me aburrí de ti. Y debo confesarte que me sigo aburriendo hasta hoy infinitamente de todos los hombres que me aman demasiado e invaden mis fronteras. Me aburrí y en frente de la patota infame del barrio te dije que ya no quería ser tu amigo.
Ahora que recuerdo bien, estaba de moda, era cool que los hombres no tuvieran amistades muy intensas con sus congéneres. Y pasó. Tus ojos se aguaron. Sé que lloraste hasta el amanecer. Los tres días siguientes no apareciste. Tu mamá me lanzó una mirada de odio cuando te fui a ver, al cuarto día. Pasaron como unas 2 semanas que a esa edad parecieron meses. Y reapareciste. Nuevo, triunfal, glorioso y con ganas de jugar Baseball con todos. No se mencionó el tema aun cuando era evidente que algo se había perdido entre nosotros. Fragilidad infantil. El ocaso de un amor no consumado porque nuestros labios jamás se crucificaron en un beso ni nuestros cuerpos se hicieron una sola carne.
Todos empezamos a crecer. Tú ya tenías nuevos amigos en colegio, yo me mudé de calle, de barrio, de distrito, de ciudad, de provincia, de región, de país, de continente, de planeta. Las distancias se hicieron abismales y nos borramos mutuamente de la historia. Luego me atestaste un golpe certero: tu primer romance con una chica del barrio: rubia natural y con apellido compuesto. Mientras los demás envidiaban tu suerte y te felicitaban yo me deshacía por dentro.
Pasarían algunos años en blanco hasta que te volví a ver en la biblioteca central de nuestra universidad. Estabas lindo con una camisa roja a cuadros, destacabas entre todos tus compañeros. Yo me sentí tan gay al observarte. Tú, chico malo, me ignoraste. No pensé que te volvería a ver de nuevo y te vengo a encontrar en esta fiesta, donde ambos nos mostramos indiferentes. Yo riéndome de los desabridos chistes en inglés que hacen mis colegas y tú, querido Luisín atragantándote con alitas a la parrilla. Como dos ancianos enfermos de Azheimer, estamos ajenos los sentimientos y a las memorias infantiles, a lo que no fue y que hoy, definitivamente me convenzo, no será...

domingo, 6 de febrero de 2011

MAKTUB

“A la primera persona
que me ayude a salir
de este infierno, en el que yo mismo decidí vivir,
le regalo cualquier tarde pa' los dos
lo que digo es que ahora mismo ya no tengo ni si quiera donde estar.”
(A LA PRIMERA PERSONA- ALEJANDRO SANZ)


Jueves 03 de Enero. 15.39. Abordo un taxi entre el tumulto y el calor de la gente de Huanchaco. Ha llegado la hora de encontrarme con mi destino. Un destino que empezó a escribirse a penas un año atrás y hoy tiene forma y fondo de chico. Daniel Q! con sus 22 años a cuestas, con una corta estadía en Chile y con uña larga de su meñique izquierdo me espera en la esquina opuesta de donde quedamos de vernos. Lo sorprendo por la espalda, que dentro de poco revelará tatuado un corazón en llamas en la tersa piel.

Nos saludamos. Caminamos sin sentido. Le explicó porque tanta complicación con el tema de la seguridad y del anonimato. Nos desplazamos sigilosamente por la urbanización San Andrés. 16:17. Entramos a un bar acogedor e inusualmente vacío. Nos sentamos en la mesa más próxima a la salida. Por si algo ocurre. Por si alguno de los dos se arrepiente y huye. Pero, no. Daniel Q! y yo nos quedamos quietos mientras el dueño trae las tres cervezas Pilsen Trujillo al polo, más frías que trasero de pingüino, y mi 7 up sin helar. Daniel Q! tiene cara de beber eso, y hoy él es mi invitado en todo sentido. Con una generosidad económica inusual en mí pago mientras me repito mentalmente que odio la cerveza y me jode el triple gastar mi dinero en ella. Nada me pone más estúpido e hinchado que la dichosa bebida fermentada de trigo. No tengo otra opción. Trato de beberla adulterándola con gaseosa. Gas más gas. Guerra atómica en mi cuerpo, en especial en mi garganta. Daniel Q! se ríe, piensa que lo rápido y con trampa para emborracharlo y que terminemos pronto en la cama. Lo cual no deja de ser cierto pero no es mi principal motivación. Bebo rápido por la misma razón que un niño que hace puaj a su jarabe contra la tos lo sorbe con desesperación: para no sufrir tanto el trago amargo. La conversación fluye tan entretenida como cazar mosquitos con las palmas de los pies. Si me entienden.

Hasta entra un predicador, y me obsequia amablemente un periódico religioso. Daniel Q! pone cara de tedio, y me explica que detesta que la gente quiera imponerle sus ideologías. Suficiente tiene con su madre y sus sermones para que siente cabeza y consiga trabajo. En la radio, Olga Tañón cantando que basta ya de ver a diario como echas a la basura su corazón, y yo no puedo estar más de acuerdo con que uno no debe echar a la basura nada. Y tomo más animado la maldita cerveza. Daniel Q! ahora canta como si estuviese en American Idol, y los amigos del dueño que liban ron desde la otra esquina nos lanzan una mirada de desprecio, como diciendo vayanse a tirar, maricas. Y le preguntó de lo más tonto, por qué adora la canción. Me responde que se identifica plenamente con eso de la determinación para terminar con alguien que no te valora. Seguimos hablando sobre sus gustos musicales que van de la cumbia, chicha hardcore, ritmos latinos hasta baladas de lo más almibaradas. Se termina la bebida y le digo que me duele la espalda.

Lo cual es mi manera sutil de insinuarle que quiero que nos vayamos a la cama en primera. Se ríe. Sugiere que vayamos a algún lugar más privado. Que yo escoja, que le da igual. Y es una frase que lo pinta bien. Le da igual. Otros tienen que pensar y escoger por él. Dime tú, parece ser su frase favorita. Ay, Danielito Q! si yo te dijera, saldrías corriendo en este momento. Le devuelvo la sonrisa y nos montamos al taxi. Nos bajamos cuadras antes. Nos perdemos un poco pero al fin llegamos al hotel. La escena de la recepción y la cara cómplice del ujier es inigualable. Pienso que debería haberme tomado una foto con ella. Subimos a la habitación 403, un número que me ha tocado muchas veces en varios hoteles locales y foráneos.

Son las 17:25. Él va al baño, a reducir su vejiga mientras inspecciono el cuarto a profundidad y me sorprende lo aseado y bien implementado que está. Ropa de cama nueva, objetos de aseo, clóset, radio, tv con cable, espejos al costado y hasta cuadro de influencia postmodernista. Daniel Q! sale del baño, entró y me percató horrorizado que no hay espejo. Él está ya acostado viendo Laura en el Canal de las Estrellas. Me pide que me recueste a su lado. Lo hago y por unos minutos vemos el programa, hasta que decido arreglar la almohada y, por fin aunque con sabor a cerveza, me besa en cámara lenta. 18:06. Recorre mi cuello, mi pecho, mi espalda con una determinación que me deja lelo. Sabe bien lo que hace. Hay maestría, técnica, pasión y mucho deseo. Notó que el instrumento está listo para ser ejecutado y hago mi mejor esfuerzo para acometer mi tarea. Es todo tan intenso. El dolor es sólo la antesala al placer de nuestros cuerpos. Ya no recuerdo lo que sentí, ni el tiempo que pasó. Sólo sudor y el universo estallando en formas multicolores. Daniel Q! adentro, yo moviéndome. Y luego el final de la primera faena. Sus manos rodeando mi cintura, yo descansando desnudo en su pecho. Sus tibios besos con sabor a cerveza, su ternura al jugar con mi cabello. La expresión de paz en sus ojos, sus hermosos ojos de miel. Reiniciamos la faena. Esta vez nuestros cuerpos se entienden demasiado. Hay algo más que lujuria flotando en el aire de la habitación. La explosión es rápida. Y yo que no quiero que acabe.

Luego, la tv y alguien cantando que no se llama Natacha. Sus dulces besos. Las idas al baño. La cama tibia. Las sábanas. Mi instinto animal a mil revoluciones. El tercer y último round. Hay más contundencia en nuestros gestos. Hay una pasión embebida en violencia, y yo me declaro ganador, cabalgando en Daniel Q! y sintiéndolo rendirse en un gemido débil. Seguimos abrazados, y no tenemos nada que decirnos. Eso quiero creer. Eso me confirma su silencio. Nos miramos como dos extraños que se desean pero no están seguros de cuál será la siguiente ruta de su viaje. Deseo que el tiempo no avance. 21:02. Quiero llorar y no puedo. Él me abraza y me dice que no es preciso decir nada. Me quedo colgado a su pecho. Daniel Q! ya no sonríe al decirme que todo estará bien si somos valientes y caminamos juntos hasta al final del cuento. Juntos, pienso. Juntos como Adán y Eva al principio del universo: desnudos y sin amor errantes, confundiéndose con la nada misma.

martes, 1 de febrero de 2011

Últimos 40 minutos de 40 años

"Frutas del árbol prohibido,
sólo eso me verás comer.
Sangre del venado herido,
sólo eso me verás beber.
Porque no existo,
No me podrás conocer.
Otro atardecer se ha ido,
sólo eso deberás saber (...).
Busca ayuda pero esta vez
el augurio se desnuda mal".
(UN CUERVO VUELA DORMIDO- BABASÓNICOS)
Mateo tiene los ojos azules y el cabello rubio. Bordea los cuarenta años y jamás apaga su ordenador portátil. Ni siquiera para bañarse, dormir o hacer el amor. Mejor dicho, ni siquiera cuando le hacen el amor. Sólo come una vez cada día, y ni aún así consigue enamorarse de su propio esbelto reflejo en el espejo retrovisor de su camioneta plateada.
Nació en Londres, un cálido pero gris 07 de Julio de aquel año que prefiere no recordar. Su familia vino de Rusia, huyendo del frío y la peste. Y ese mismo frío, y ya no la peste, lo hacen ahora huir a diversos países cálidos. En busca del sol, del amor o de un chico latino que le aplique bien el bronceador. El año pasado estuvo en México. Ahora vive en Trujillo del Perú por algunos meses. Casi seis. Yo lo conocí en una fiesta local muy popular, donde todos se visten de blanco sin saber por qué. Y donde hay una enorme sartén artesanal con claveles. Él me vio, se acercó y unos minutos más tarde estábamos en su mesa deleitándonos con una espirituosa bebida. El resto fue pan comido y migas sobre la ropa. Conversación animada. Risitas forzadas. Batido de pestañas y quedó listo el camino para la gloria. Pero no. Yo no estaba de ánimo para un quickie de verano. Al menos no en ese instante. Cuando has tenido demasiado licor en tu garganta ya no te provoca sentir fluidos más espesos. Así que intercambiamos números y quedamos de salir pronto. Yo me resistí a esa idea. Love/lust at first sight is not for me y de noche todos los gatos son pardos. Y de repente esos ojos azules y esa sonrisa fresca lucirían débiles o insípidos a plena luz del día.
De cualquier modo salimos un par de días después, a media tarde. Tomamos dos smoothies y de allí me invitó a su depa. En el trayecto nos detuvimos y compramos un vino argentino bueno, bonito y barato. También nos animamos a llevar queso francés de cabra y galletitas Ritz clásicas. Hablamos y hablamos, reímos y reímos por horas, hasta que una pareja vecina tocó la puerta, interrumpió nuestra escena y nos costó un poco despacharlos. Es sabido que los ingleses no suelen ser tan descorteses como yo, peruano nativo, podría ser.
El hecho es que seguimos en lo nuestro. Se acercó suavemente y dijo: May I kiss you? Y yo puse cara de confusión y respondí: Don’t delay the things that you want right now. Nos besamos suavecito. Él quiso ir más lejos pero no pude, en ese momento recordé a mi ex y sus caricias. Podría jurar que vi los ojos de mi ex desde el armario pero Mateo no estaba dispuesto a detenerse, estaba embriagado o poseído por la lujuria y el arrebato. Intentó desnudarme y como no me dejo opción alcance a sentir su naturaleza rubicunda apoderarse de mi ser. Mientras duró, no más de 40 minutos, me sentí como un estropajo o un muñeco de arcilla. Débil. Inerme. Sucio. Inútil. Luego retomé la conciencia y vi el cielo azul hospedando al sol resplandeciente y puro como nunca podré ser, pensé. En la cama y luego del fragor de la batalla cuerpo-a-cuerpo, yacía incólume el cuerpo de un hombre desnudo y muerto, el mío, al costado de otro hombre enredado en las sábanas que quizá moriría pronto, a manos de su último amante latino…

miércoles, 26 de enero de 2011

RICARDO, o el deseo irresoluto de un hombre espiral...

"Tu es la vague, moi l’île nue
Tu vas, tu vas et tu viens
Entre mes reins
Tu vas et tu viens
Entre mes reins
Et je te rejoins".
(JE T´AIME, MOI NON PLUS- SERGE GAINSBOURG)

Ricardo. R-i-c-a-r-d-o, mis labios se funden en un deseo cuando veo tu sonrisa de chico malo. Me excitas demasiado. Tanto que la fantasía se rinde a tu ser y queda corta para ponerle un nombre, que no el sea el tuyo propio. Me mojo. Por ti me baño en cerveza a las 3am si con eso consigo atraparte aunque sea un rato.Suspiro. Recuerdo las muchas veces que pones esa cara de lujuria cuando alguna hembra cimbreante se desliza por las arterias de tu vecindario...

Ahhh, y también evoco cuando esa noche de Sábado que estuvimos en tu casa. Aunque no tan solos. En realidad un grupo de gente inoficiosa, y yo. Yo que no sabía como dinamitarlos a todos y quedarme a solas contigo. Aunque tu madre- tan linda y encantadora como tú- y tu perra Draga nos espien desde el pasillo. No. No preciso más que reunirme en estricto privado contigo, deperdigados en tu cómodo sofa de cuero blanco y que lo manchemos con los flujos de nuestro pecado. Alucino. Cuando te veo tararear alguna de esas salsas bobaliconas, y también adoro la forma en la que te lames los labios después de haber bebido algo.

Beberte, sorbo a sorbo y que me bebas. Quisiera hacerte las cosas más deliciosas, que suelen ser las más prohibidas, de este mundo. Inflamarme en tu cuerpo. Verte arder a fuego lento. Y que no escuches mis súplicas, que me partas en dos el cuerpo, el alma y el entendimiento. Y que estas ganas de ti me conviertan en artefacto, objeto y capricho tuyo. No me importa ser inmolado en el viento. Pecado anónimo. Violencia exasperada. Ah. Ricardo, qué pensarías si te enteras de estas declaraciones de pasión arrobada y extasiada en la transparencia de tu camisa blanca. Dejarías de abrazarme y llamarme con diminutivos, o me harías tuyo alli donde te vi sentado por primera vez, esas céntricas oficinas grises que huelen a pino y a tedio, y que son demasiado poca cosa para contener tu fuerza de macho avieso.

R-i-c-a-r-d-o. Ricardo eres tan liberal como lo creo. Harías honor a la frescura extranjera de tu apellido materno. Me tomarías como tu alimento diario. Me dejarías, por ejemplo, ser la lechuga de tu ensalada? Podrías saborear mi frescura a cada momento. Quiero ser tu guitarra de trovador amante, arranca arpegios de mi cuerpo. Ricky, como te dicen tus amigos, why don´t you fuck me a litte? No ves que estoy a punto de estallar en mi pantalla por ti. Ricardo... Oh Ricardo, enbriaguemos en tu sala y dame lo que necesito... Aquí... Allá en tu cuarto y hasta en el patio. Ricardo, ven que esta llama que consume mis días sólo responde al calmante de tu espalda de lunares. Ricardo, te escribo todo esto y muero. Y de forma demencial y torrencial, me río porque nunca leerás esto y yo seguiré buscando una manera de perennizarme en tus labios, oh majo...

martes, 18 de enero de 2011

Cuándo es suficiente?

"Mi loco corazón anoche te quería
y esta mañana no, soy pura indecisión.
Vivimos tiempos crueles, o a mí me lo parecen.
Vivimos esperando otro golpe de suerte."
(TARDE DE DOMINGO RARA- AMARAL)
Se encerró en el baño. Con la luz apagada y el corazón a mil revoluciones por microsegundo, lo llamó. Hola, dijo Eduardo sin esforzarse por sonar cortés- puedes conectarte al MSN? Del otro lado, la voz de Nihil, sorprendida y alegré, asintió algo confundida.
Quizá sea la última confusión que le cause, pensó Eduardo. Se saludaron. Era evidente que Eduardo ni siquiera podía decirle Hey! Con la efusividad de siempre. Nihil en vano le dijo: Cielo, cómo has estado? Eduardo decidió encajarle el puñal en seco. Lo siento, repicó. No quiero ser la víctima, ni el victimario pero debo seguir mi camino y no me parece que mi relación contigo ayude en este momento. Nihil respondió, con la tranquilidad de siempre, que era algo que se veía venir. Eduardo sintió un ardor en el cuello y continuó su monólogo. Suena egoísta porque has sido supremamente dulce e infinitamente paciente conmigo... Quizá no encuentre a nadie como tú, en esta puta ciudad ni el balneario que hoy es mi guarida pero no puedo complicármelo más. Alguna vez creí que el amor lo era todo pero ahora siento que no te asegura nada. Nihil demoró en decirle que estaba bien, que esas cosas pasan y que había que estar tranquilos.
Eduardo se encabritó. Ves? Tú siempre tienes esa perspectiva. Yo no puedo con tanta pasividad. Nihil no dijo nada. Quizá estaba llorando, después de todo Eduardo no tenía porque ser tan rudo. Si lo quería terminar, todo bien. Tampoco le iba a rogar. Pero, así? Decidió decirle que respetaba su decisión. Eduardo contraatacó, estaba dispuesto a espetar todos sus fantasmas. Cuando tenía 17, alguien me preguntó si elegiría entre el amor o el éxito. Queda claro que escogí lo segundo y me fue bien. Luego decidí tomarme un tiempo, me enamore de un par de personas y sin saberlo me enamoré de Martín, el hombre de mi vida. Opté por el amor y no salió como esperaba. Ya sabes, él decidió darle crédito a voces innobles y me dejo hecho mierda, en medio de la nada. Nihil, estaba a punto de desconectarse y decirle que siga lamiéndose en privado sus heridas y que lo deje en paz.
No era suficiente el dolor que le había infligido? Tenían más de 40 días de relación y a partir del día 15 todo cambió. Eduardo dejó de llamarlo, de ponerle atención, de estar allí. Nihil decidió no desconectarse, sacó paciencia de donde no había y le dijo que no valía la pena torturarse. Si Eduardo quería su libertad, podía seguir. Y si todo le volvía a salir mal, podría arder en el infierno. Eduardo y su sonrisa de cuento. Eduardo y sus pestañas de anuncio. Eduardo y sus piernas de griego. Eduardo y su gran boca. Eduardo siguió con su propósito catártico. Ahora que estás tú, no quiero lastimarte. Me estoy engañando porque no he podido ni me siento enamorado de ti. A eso le agregamos que nosotros en la cama nunca nos entendimos. Bueno. Pero quiero que te quede muy claro que no te dejo por alguien más. Sigo solo. Demasiadas cosas en la cabeza y no espero que lo entiendas.
Nihil ahora estaba en shock. Lo dejaba por un asunto de cama? Nunca estuvo enamorado de él? No podía creer lo patán que Eduardo estaba siendo. Por última vez, Nihil estiró el cuello y le dijo que si eso era todo, que vaya con Dios. Eduardo se quedó inmóvil frente el ordenador. No supo si dormir o chatear con sus amigos. Salió a caminar. El aire enrarecido del verano y sus largos pasos en el pavimento le dieron la razón. Quizá había sido cruel y atroz pero había hecho lo mejor para los dos. Nihil había sido espiritualmente compatible con Eduardo, sin embargo el amor no lo era todo. Cuando Eduardo se enamoró de Nihil, lo hizo sin reparar en lo complicado que era estar con un discapacitado. El simple hecho de no poder caminar a su lado, rompió el encanto para Eduardo y por eso decidió alejarse. Quién sabe si Nihil ahora disfrute sus muletas nuevas y sueñe con unas piernas firmes mientras Eduardo se levanta a la madrugada llorando luego de haber soñado por tercera vez con resbalarse y ahogarse en el fango.