De vuelta al barrio!

"Tendré que abrir los ojos para olvidarte. Te quedas en pasado, y es así. Qué pena que te fueras sin dejar flores para ayudarme un poco a sobrevivir" (NO-JAVIERA PARRA Y LOS IMPOSIBLES)

Ha pasado un año, casi. He visto correr el tiempo, como un niño que sorbe su taza de avena con la ilusión de que se acabe ya. Han pasado tantas cosas y hombres (que al fin de cuentas son lo mismo) por mi camino, que estuve a punto de rendirme.

La universidad. Los profesores con sus ínfulas de seres alados. Mis vecinos ruidosos. Esa ligera brisa que me provoca dolor de cabeza en las mañanas. El mismo yogurt desabrido. Los chismes repetitivos sobre las-chicas-de-mi aula-que no duermen y todos los sábados son el suculento festín de una manada alcoholizada de estudiantes en celo. El insomnio recurrente. Las preguntas de toda la vida: Tu opc? Tienes sitio? Eres caleta?...

Como si mi mundo se hubiese cansado de girar, como si mis sentimientos los hubiese puesto en la nevera (antifrozen) color blanco de Mabe. He andado tan lunático que hasta olvidé la contraseña de este blog. Hasta hoy, que me decidí a recuperar mi territorio y volver a exponerme, a ponerme en venta. Mejor dicho en remate de temporada. Paga 1 y lleva 2!

ENTONCES, POR QUÉ SEGUIR? POR QUÉ VOLVER A ESCRIBIR, DESPUÉS DE 360 DÍAS DE AUSENCIA?

La respuesta es sencilla, 137 e-mails con palabras de ánimo y buenos deseos. Gente que no me conoce y tampoco conoceré en persona. Pero me piden que vuelva a escribir, y a sacarle la lengua al mundo entero.

Tengo muchas cosas que contar. Historias que no encajarían en libros edificantes, pero sí en este blog putificante y gay.

Así que vamos de nuevo!